Por Robert Vargas
Anoche, poco después de las 9.00 PM nos visitó junto a un grupo de una comisión del partido Dominicanos por el Cambio. Cinhtia Polanco y yo lo recibimos. Ella, como siempre, sonriente y gentil.
Eran Eduardo Estrella, presidente de Dominicanos por el Cambio; Manuel Oviedo, Secretario General Nacional, Juan Dottin, Presidente de la Provincia santo Domingo, Jeffry Gervacio, Sub Secretario Nacional de Finanzas, y Saul Santiago, dirigente comunitario.
Llegaban de Los Frailes II, donde participaban de la juramentación de un grupo de miembros de su organización.
Aprovechamos para hacerle una entrevista en directo por la emisora Ritmoriental. Esa es una "condena" que pesa sobre todos los líderes que nos visiten.
La última pregunta de la entrevista la hizo Eduardo Estrella, fuera de línea, que no del aire, puesto que Ritmoriental no está en el "aire", sino "en línea".
Se la hizo a Cinthia.
-"Yo quiero aprovecharme y hacer también alguna pregunta, por que él ya me hizo muchas a mi. Dígame, ¿Dónde Usted se consiguió a ...?".
Risas. Todos reimos de buena gana.
Incluso Estrella, el mismo hombre que minutos antes había adoptado un tono extremadamente serio para decir que está en política porque:
-"Yo tengo fe, no todo está perdido".
Y mencionó que aunque muchos jóvenes están implicados en crímenes, son más los que tienen aspiraciones de superación y, entre estos, mencionó a las mujeres, de quienes dijo desbordan las universidades.
Cree que el país puede ser rescatado de las manos de la corrupción, la criminalidad, el narcotráfico y la mala administración del Estado, entre otros males.
Por eso sostiene que en casos tan sonados como el de "Paya" y el de "Figueroa Agosto", los grandes responsables no han sido tocados.
Para Estrella, La República Dominicana es conducida por un equipo indolente, despilfarrador y corrupto que carece de visión en las inversiones que necesita el país y que presiona al país con una abultada carga impositiva.
Cuestiona las inversiones gubernamentales y plantea que, en caso de ser electo presidente del país, invertiría en todo el país, en el campo, en las ciudades, en la educación, en todas partes.
Habló de su proyecto de auspiciar un programa de "primer empleo" para los jóvenes, siguiendo el modelo chileno y refirió que eliminaría los impuestos a Internet y a los equipos informáticos.
Confía en que la población sabrá castigar a la administración actual en las próximas elecciones y se muestra partidario de la integración de una gran alianza nacional en la que participen todos los sectores, incluidos los sectores de la derecha, centro, izquierdistas, religiosos y los ateos.
Al tocar este tema le mencionamos sobre las informaciones que tiene Ciudad Oriental de que Dominicanos por el Cambio se estaría reuniendo con una amplia gama de agrupaciones emergentes, entre estas, grupos de izquierda.
Lo admitió, pero no los mencionó por sus nombres porque prefiere esperar a que todo sea más concreto.
Le comentamos que conocíamos que él se ha estado reuniendo con los sectores liderados por Guillermo Moreno, Julián Serulle y otros más.
Lo admitió, pero rápidamente, habló de su gran alianza con el país, con las gentes honestas que quieren un mejor futuro para la RD.
Fue una conversación amena, transmitida en directo "online".
Estrella nos felicitó por los logros alcanzados por Ciudad Oriental y fue testigo de los avances de este medio en términos de tecnología y penetración.
Comprobó, "con sus propios ojos", que la realidad en materia de comunicación ha cambiado para siempre y, al visitarnos, se encontró con una "sala de redacción" totalmente distinta a las que conoce en los medios corporativos.
Le dijimos que Ciudad Oriental, que es el principal medio de comunicación de Santo Domingo Este, está a sus órdenes para ayudarle en sus propósitos de comunicación porque, en definitiva, nuestra intención es contribuir a hacer líderes.
Al final, nos despedimos con un fuerte apretón de manos, como si nos conocieras desde hace mucho tiempo y, de paso, le agrdecimos la consideración de visitarnos.
-¡Que tengan éxitos!, le deseamos cuando se marchaban.
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