En medio de un Vía Crucis organizado por doce parroquias de la parte alta de la capital, los párrocos denunciaron que las prioridades del Estado dominicano no se corresponden con las necesidades más urgentes del pueblo, al tiempo que condenaron los niveles de corrupción, narcotráfico e inseguridad ciudadana que afectan al país. “Jesús ha sido crucificado en Jerusalén por personas y autoridades que se han cerrado a reconocerlo como el Hijo de Dios, el Mesías, el Señor.
Hoy Cristo sigue crucificado en todas las prioridades del Estado que no corresponden con las necesidades más urgentes de nuestro pueblo dominicano”, afirmaron los párrocos de los barrios capitalinos de Guachupita, La Ciénaga, Los Guandules, Espaillat, Gualey, Simón Bolívar, Las Cañitas, 24 de abril, Capotillo, Villas Agrícolas, Luperón y La Zurza.
Los sacerdotes también denunciaron que el modo acelerado de construir la vía perimetral a la orilla de los ríos Isabela y Ozama y la segunda línea del Metro crucifican a la población, “pues se han llevado nuestro presupuesto nacional”. Explicaron su deseo de acompañar a las familias desalojadas para construir la referida vía para que se realice con toda justicia.
“Hoy Cristo, sigue crucificado con la corrupción generalizada en nuestro país. Nos preocupa además que se puedan utilizar los recursos del Estado dominicano que son del pueblo para la campaña electoral. En medio de la crisis económica mundial es una injusticia hacer una campaña costosa. Se está incentivando más corrupción para resarcir inversiones absurdas. Parece que sólo los corruptos pueden ser parte del Estado dominicano, pues todos justifican ese modo de proceder”, manifestaron en su procesión.
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