La realidad social que viven miles de familias de sectores marginados, a orillas de ríos, cañadas y pendientes en Santo Domingo y pueblos del interior no se resuelve con una “cumbre”, por lo que el gobierno lo que tiene que hacer es bajar a esos lugares como Jesús bajó del cielo a la Tierra.
Así lo expresó ayer el párroco de la iglesia San Juan Bosco, Jesús María Tejada, durante una homilía pronunciada en la parroquia San Pablo Apóstol, en La 40 de Cristo Rey, durante una misa por la separación del carnaval de las fiestas patrias y de la Cuaresma.
“El pueblo dominicano no está en la cumbre, está abajo, a orillas del Ozama, del Isabela, en el Bajo Yuna y otros lugares, donde habitan porque no tienen otros lugares, no cuentan con recursos para comer; es a esos lugares hacia donde debe bajar el gobierno”, precisó el sacerdote que tiene 50 años en el sacerdocio.
Tejada instó a quienes dirigen el país a imitar al hijo de Dios, a Jesús, quien dejó la cumbre de las alturas, de la divinidad, para descender a la Tierra para ponerse en comunión con los que sufren, por lo que “ese es el ejemplo”.
El cura atribuyó los altos niveles de delincuencia y de consumo y venta de drogas al abandono al que han sido sometidos los jóvenes que habitan los lugares marginados, donde no llega el crecimiento económico que con bombos y platillos anuncian constantemente los funcionarios del Banco Central y del equipo económico del gobierno.
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